El cuidado e higiene de la zona íntima nos proporciona una defensa frente a patologías y molestias.
Las causas más frecuentes de estas alteraciones pueden ser debido a cambios en el pH que también pueden alterar la flora de la zona y por tanto se desequilibra la barrera protectora, y aparecen síntomas como cambios en el flujo vaginal, picor, escozor, sequedad, dolor al orinar o molestias anales que alteran el bienestar de la salud íntima.
Estas variaciones pueden ocurrir debido a distintas causas como: la diabetes, la obesidad, el embarazo, tratamientos con antibióticos, infecciones vaginales fúngicas (candidiasis vaginal) o bacterianas (vaginosis bacteriana).
Pueden provocar aumento del pH, la presencia de semen, la sangre de la menstruación, el uso de duchas vaginales o el exceso de moco cervical favoreciéndose las vaginosis bacterianas. Por el contrario, un exceso de acidez puede dar lugar a irritación, escozor y candidiasis vaginal.
Por ello es tan importante equilibrar el pH de la zona íntima femenina con una higiene y cuidados apropiados
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La limpieza siempre debe realizarse de delante hacia atrás
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Evitar las duchas vaginales salvo que nos las prescriba el médico ( son demasiado drásticas y corremos el riesgo de perder nuestra flora)
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Usar ropa interior permeable (el algodón es lo ideal) y no usar ropa demasiado apretada
Debido a todas estas peculiaridades es tan importante usar productos específicos para la zona. En general aconsejamos, geles de pH ácido para la higiene íntima diaria y geles de pH más básico, en torno a 8, en caso de candidiasis vaginal, irritación o picor, que pueden ser causados por un exceso de acidez, para neutralizar el exceso.
