Vías urinarias

El cuidado del sistema urinario debería ser una de nuestras prioridades en lo que a salud se refiere. Nuestros riñones, la vejiga y uretra son órganos delicados que necesitan especial atención, ya que la eliminación de desechos es de extrema vitalidad para nuestro cuerpo. Deshacerse de las toxinas es importante, su mismo nombre lo indica, no son elementos que deben permanecer almacenados en nuestro organismo por tiempo prolongado o podrían traer consecuencias preocupantes.

¿Es realmente tan importante cuidar el sistema urinario?

La respuesta a la pregunta es inmediata: sí. Afecta nuestra salud en todo sentido, su funcionamiento pues en caso de presentarse algún fallo, las repercusiones aparecerían inmediatamente. Al no poder eliminar desechos se corre el riesgo de desembocar alguna enfermedad verdaderamente grave, lo cual podría desencadenar incluso un escenario mucho menos encantador que solo permanecer en cama algunos días.

El sistema urinario tiene relación con otros procesos de nuestros cuerpos importantes. La salud sexual se encuentra en íntima conexión con los aparatos urinarios, por la cercanía; un malfuncionamiento en alguno de los dos, tendría algún tipo de impacto en el otro y podría llegar a extenderse. Atacar el problema nada más aparece, podría evitar complicaciones innecesarias; aún mejor, prevenir el problema antes de que aparezca, podría ahorrar muchas preocupaciones.

¿Cómo cuidar el sistema urinario?

Lo principal es adaptar nuestra rutina de forma que estos cuidados se hagan parte natural de nuestro día a día, sin ser una carga. Uno de los primeros aspectos es la ingesta diaria de agua; aunque se tiene la noción de la cantidad que se debe beber, por lo general no es algo que se lleve a cabo con demasiada frecuencia. Llevar un control de la cantidad de agua ingerida puede favorecer mucho a todo nuestro organismo, no solo al sistema urinario.

Otro aspecto importante es procurar no hacer un uso excesivo de medicación. Muchas veces se advierte de que tienen impacto en los riñones y, aunque a corto plazo no sea claramente visible, sí lo es pasado un tiempo. Por ende, siempre es bueno seguir las instrucciones de forma adecuada sobre el lapso de tiempo entre las pastillas y la duración del tratamiento.

Si hubo un golpe en la zona, el mismo puede haber desembocado otro tipo de problema, en cuyo caso si se siente dolor, lo mejor es acudir a un profesional y luego empezar con el tratamiento adecuado.

La alimentación también es clave en este aspecto. Las toxinas se generan acorde a lo que consumimos, de manera que una dieta balanceada acompañada de ejercicio evita la retención de líquidos. Retener líquidos claramente no es sano, pues vienen cargados de elementos a desechar y, por ende, son agentes que el cuerpo no necesita almacenar. Muchas infecciones en las vías urinarias son causadas por contener las ganas de ir al baño, de manera que acudir frecuentemente es beneficioso.

Por último, la higiene. La zona suele estar llena de bacterias que debemos limpiar; el contacto constante incluso con nuestra piel puede producir diversos tipos de enfermedades o deterioros en la salud dignos de consideración. Tener los productos necesarios y el hábito de limpiar el área es una buena práctica que podrá prevenir infecciones y otros problemas análogos en el sistema urinario.