Las soluciones de rehidratación oral son muy eficaces para evitar la deshidratación. Son aconsejables si el peque tiene un episodio de vómitos o diarrea que hagan perder más líquido del habitual. Por supuesto siempre os recomendamos acudir a su pediatra para su valoración.
Si el preparado hay que hacerlo diluyendo un sobre es muy importante que midáis bien el agua ya que si no lo hacemos exacto no le estaremos dando la concentración que es beneficiosa, para ello muchos vienen con un vasito medidor para que no existan errores en su preparación. O lo que es más cómodo, los hay que vienen ya preparados.
Recordad que durante la diarrea no deben ingerirse grasas, ni bebidas o alimentos excesivamente azucarados, pues podrían aumentar la diarrea y por tanto la deshidratación
La solución de rehidratación debe administrarse en pequeñas cantidades, inferiores a 5 ml en niños pequeños, fraccionada cada 5-10 minutos, para favorecer la absorción y el reposo intestinal. El exceso de aporte inicial favorece el peristaltismo intestinal y los vómitos.
Una vez que consigamos que vayan bebiendo podemos ir aumentando el volumen de forma gradual, pero sin obligar para evitar un rechazo.
Hay veces que simplemente es que no le gusta el sabor y con cambiar de suero es suficiente, para ello hay multitud de sabores para solventar este problema
Evitad en la medida de lo posible el uso de remedios caseros, zumos de frutas, té o bebidas de cola ya que presentan una composición que en vez de ayudar empeoren el caso.
